Es una pena que el Gobierno de España y el de las Comunidades autónomas esté gobernado por personas poco familiarizadas con la innovación empresarial y el emprendizaje. En general, creo que están poco familiarizados con los problemas reales. Por eso, cuando hablan lo hacen como los actores: interpretan un papel; hablan con elocuencia pero desconocen de qué están hablando. La temática de la que hablan nada tiene que ver con lo que se necesita hacer sino con lo que está de moda. Hace unos años estaba de moda la energía renovable, poco después el coche eléctrico. Y nuestros políticos se lanzaban a promocionar lo que hiciera falta, pareciendo unos grandes entendidos en la materia promocionada hasta que ésta pasaba de moda.
Actualmente, la innovación y el emprendizaje están de moda. Y nuestros políticos se han lanzado al ruedo de la tecnología, la innovación y la creación de empresas con mucha elocuencia pero sin ninguna ciencia y mucho menos experiencia. Así sucede que muchos de ellos se acaban haciendo la foto con las personas equivocadas.
Efectivamente, hace unos meses criticaba a Rajoy por hacerse la foto con los principales ejecutivos (que no empresarios) de este país. A los ejecutivos de las empresas triunfadoras no les interesa cambiar nada. Están cómodos con la situación que les permite que sus empresas ganen. Estos ejecutivos son, en general, lo menos innovador que uno pueda imaginar. Si un político quiere impulsar la innovación, tiene que escapar de ese tipo de compañía, buscando auténticos emprendedores e innovadores.
Más recientemente, vi una foto de Rajoy con el famoso Jenaro García, fundador de Gowex. El tal Jenaro parece que es un caradura que se ha sabido subir a la moda del emprendimiento, disfrazando de empresa tecnológica y de alto crecimiento, una actividad deficitaria y presuntamente delictiva.
Nuestros políticos deben buscar la compañía y la foto con los auténticos piratas del emprendimiento. Los emprendedores innovadores que, como piratas, buscan el modo de atacar y hundir a los grandes buques (grandes empresas) utilizando nuevas tecnologías que satisfacen mejor las necesidades de los clientes.
Y así como es difícil sacarse la foto con el pirata y caerle bien a la víctima, es difícil promocionar el emprendimiento de base tecnológica y caer bien a la gran empresa que aquella va a desplazar.
Aunque me temo que esta cultura en España no se va a poner de moda, en el Center for MIT entrepreneurship lo tienen claro: es más divertido ser pirata que marinero en la Armada;
Handitu 
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